La primera adicción del ser humano: La masturbación


 

Ya desde la década de 1890 se había despertado en Freud el interés por investigar la masturbación.


Lo hizo cuando investigando la neurastenia a través de una fina semiología vio que había un correlato entre esa práctica sexual y esa forma de neurosis actual.

 

 

Siguió investigando y averiguó que en la mente de los neurasténicos había una incapacidad de tolerar la tensión psíquica ya que están habituados a una descarga inmediata por la masturbación. Incluso llegó a considerar a la melancolía como una posible evolución de una intensificación de la neurastenia.

 

Luego en la carta a Fliess del 22/12/1897:

"Se me ha abierto la intelección de que la masturbación es el único hábito que cabe designar 'adicción primordial', y las otras adicciones sólo cobran vida como sustitutos y relevos de aquella (alcoholismo, morfinismo, tabaquismo, etc). Desde luego que a raíz de ello se suscita la duda sobre si esa adicción es curable..."

En las neuropsicosis de defensa (1894/96) se refiere también a la masturbación y en una de ellas consideró que el incremento de esa práctica en una joven llevó, por sus sentimientos de culpa incrementados, a una llamada Psicosis de Avasallamiento.

 

Hasta acá vemos que habla de la masturbación con dos enfoques: el enfoque económico (disminución de tensión) y el representacional (sentimientos de culpa).

Descubrió que los masturbadores sufren fácilmente un síndrome de abstinencia luego de haber estado acostumbrados a la descarga fácil de la más pequeña cantidad de excitación.

 

En 1896 pensó que la masturbación no era espontánea en los niños sino consecuencia frecuente del abuso o seducción de los niños. Era la teoría de la seducción que aunque no fue abandonada jamás del todo fue en gran parte reemplazada por el descubrimiento de la importancia de la fantasía infantil y el papel encubridor que tenían ellas de la masturbación infantil.

 

1898:
La masturbación no sólo podría provocar neurastenia (neurosis actual sin contenido psíquico) sino que además el paciente lo consideraba un secreto vergonzoso. Acá entra a tallar el secreto como elemento que se destaca en la clínica de las adicciones ya sea con drogas, cigarrillos, comidas, compras, etc. Para que el tratamiento resulte exitoso era necesario interrumpir el hábito de la masturbación y al igual que cualquier caso de adicción era necesario internar al paciente en una institución, bajo supervisión médica, y cuando el paciente recupera su 'potencia' se lo debe inducir a prácticas sexuales normales. Vemos acá cómo Freud no se daba por satisfecho con el hecho, con la conducta sola de la abstinencia, sino, como lo dijo en otras oportunidades, se buscaba que la libido pueda ser reconducida a una satisfacción más completa directa o sublimada el tiempo suficiente como para lograr una facilitación de esa vía. Sólo así podría haber un mayor posibilidad de curación.

 

La cultura ataca la sexualidad infantil a través de la amenaza de castración que acompaña a la prohibición de la masturbación. Esto está lleno de consecuencias: los mitos sociales de quedarse tarado, estúpido, morir joven, la edad del pavo puberal, y el acúmulo de teorías sexuales infantiles que tratan de explicar la diferencia entre los sexos luego de la represión. Este conflicto ligado a la masturbación y la fijación a ella por las represiones termina ciertas veces en la homosexualidad cuya actividad sexual principal es la masturbación mutua y no las fantasías habituales orgiásticas que se hace la gente.

 

Freud diferencia tres fases de la masturbación:

  1. la de la primera infancia
  2. alrededor de los 4 años

La primera es más un placer de órgano, en una etapa donde paulatinamente se va diferenciando el yo del objeto, una etapa en la cual no se diferencian claramente identificación de relación de objeto.

 

La segunda es la que deja impresiones duraderas, en el carácter y en la sintomatología. Es la etapa de la investigación, la edad de los por qué, la cual es una expresión de la sexualidad infantil, quizás la primera sublimación. Son los por qué que no necesitan ni respuestas mentirosas ni respuestas científicamente correctas porque son los por qué que necesitan que los padres apoyen como investigación. Es más importante el apoyo a la pregunta que una respuesta, y lo mismo continuará con el docente: es más importante el docente que estimula y apoya el deseo de aprender que el docente que transmite conocimientos.

 

A través de la masturbación el niño averigua características de su sexo, desarrolla fantasías acerca de su funcionamiento, imaginará qué es lo que hacen los padres,
desarrollará fantasías realizadoras de deseos y además, una vez que empieza a aparecer la represión, recreará las teorías sexuales infantiles que explicarán las diferencias sexuales.

 

Es esta masturbación la que quedará ligada al sentimiento de culpa de los neuróticos aunque en lo manifiesto la culpa se relacione con la puberal, pero esta no es más que un reavivamiento de la infantil.

 

En la masturbación infantil se desarrollan las fantasías de apoderamiento del varoncito (coleccionismo de algunos casos), y las fantasías heroicas que alimentan a los autores de aventuras.

 

Lo que pasa es que como la masturbación es la forma de la sexualidad infantil, la masturbación puberal toma de ella el sentimiento de culpa. Todo esto lo tenemos que relacionar con las adicciones que empiezan especialmente en la pubertad.

 

La masturbación infantil es abandonada como el complejo de Edipo: por amenaza de castración y porque ya le pasó el cuarto de hora y comienza la latencia. En ese momento se incrementarán como herederos de la masturbación los juegos infantiles. Y me refiero a todo tipo de juegos infantiles: de aventuras heroicas, jugar a la familia, a las bolitas, a las figuritas (hay que voltear la que está parada), juegos con aparatitos electrónicos, con el mouse o el ratoncito de la computadora, a la mancha (hay que descubrir al que está escondido ¿haciendo qué?), a cachurra montó la burra, a la mancha venenosa tocándose los lugares que quedarán delatados porque el que fue tocado deberá correr a otro tocándose el lugar que fue tocado, etc.

 

En la niña la masturbación infantil será a predominio clitoridiana y girará especialmente alrededor del complejo de castración. El abandono suele estar relacionado con la desilusión en la recuperación del pene fantaseado en su teoría sexual de la diferencia sexual anatómica. Esto especialmente en los casos en que predomina la represión. En otros casos en los que no hay tanta represión la niña fantaseará más los contenidos genitales femeninos y se verá en los juegos y hobbys de las niñas de la latencia. En esto hay que señalar que se ha difundido un prejuicio: Freud explicó el complejo de castración como la serie de teorías sexuales infantiles que surgen en ambos sexos luego que sufren la represión y pierden un conocimiento de la diferencia sexual. Por lo tanto hay que tener en cuenta que en la niña a mayor represión, mayor envidia del pene.


La enuresis nocturna infantil también está relacionada con la masturbación y muchos individuos que la sufrieron en la infancia luego de la pubertad pasan a una masturbación compulsiva y de carácter incontinente: tienen reacciones que no pueden controlar y que están directamente relacionadas con la enuresis. Estos individuos suelen tener muchos componentes hipocondríacos, como manifestación de la culpa por la masturbación y el temor de haberse hecho un daño orgánico y como recuerdo de la pena y la vergüenza infantil luego de la enuresis.

 

 

La masturbación infantil con sus dos componentes de alivio de tensión y de fantasías realizadoras de deseos sufre represiones y con ellas estas fantasías son inconcientizadas. Del retorno de estas fantasías infantiles surgirán los síntomas de los adultos neuróticos.

 

En 1912, en el resumen del debate sobre el onanismo que se llevó a cabo en la Sociedad de Viena, llegó a la conclusión que en los temas que hubo acuerdos entre los miembros de la Sociedad de Viena figuran:

 

a)    la importancia de las fantasías durante el onanismo;

b)    la importancia del sentimiento de culpa enlazada a él;

c)    imposibilidad de indicar la calidad del daño que podría provocar.

 

No hubo acuerdo en:

a)    se niega que un factor somático participe en los efectos;

b)    rechazo del carácter dañino;

c)    sobre el origen del sentimiento de culpa: unos dicen que se debe a la insatisfacción, otros que se debe a factores sociales, otros a factores de la personalidad;

d)    con respecto a la ubicuidad del onanismo infantil.

Había incertidumbres en:

a)    cómo es el mecanismo del efecto pernicioso;

b)    vínculo etiológico del onanismo con las neurosis actuales.

 

Freud tomó partido por el carácter perjudicial del onanismo: en contra de Stekel, quien decía que eso era un prejuicio debido a una estrechez personal que nos impide abandonar esta idea de un modo radical.

 

Los estudios llegan a la conclusión que el onanismo es el quehacer sexual infantil y luego puberal. Pero es un quehacer sexual con ciertas condiciones limitantes y quizás esas son las particularidades que lo hagan patógeno.

 

Los daños del onanismo se abren paso por cuatro caminos:

a) daño orgánico por la satisfacción inadecuada (neurosis actual);
b) es un arquetipo para lo psíquico, un modelo en el cual para satisfacer una necesidad no se requiere modificar el mundo exterior: tienen todo al alcance de la mano;
c) facilita la fijación a metas sexuales infantiles y un consiguiente infantilismo psíquico y la predisposición a la neurosis. Incrementa el reino de la fantasía (híbrido entre el principio del placer y de realidad) y de allí es de donde saldrán los síntomas;
d) otro efecto, no permanente, es el debilitamiento de la capacidad orgástica y de la potencia sexual.

 

Años después siguió aportando datos para la comprensión de la masturbación y como consecuencia de su mayor experiencia clínica. Ya desde la primera edición de La interpretación venía agregando ejemplos de sueños cuyos contenidos estaban relacionados con la masturbación. Los hallazgos en los sueños y en los síntomas neuróticos lo llevaron a encontrar una variedad de símbolos universales de la masturbación entre los cuales figuran: jugar con algún objeto, deslizarse, patinar, arrancar una rama, los números 15: quince, 5: cinco y 51: cincuenta y uno.

 

También el simbolismo de hacer algo abiertamente, arrancar un árbol, arrancar una rama, arrancarse una, arruinar un aparato automático, automóvil, azotar, bañarse con el hermano, batirse, ir solo, ir en bicicleta, la carretilla, cinco errores, contrabando, cuidar niño, dar la mano, deslizarse, desperdiciar, enjabonarse, juegos de escondidas, estafa, estafar, flagelación, fraude, golpear niño, golpear, golpes, golpearse contra un muro, golpearse la cabeza contra la pared, jugar con anillos en los dedos, abrir y cerrar el monedero, lo ilegal, irse por las ramas, juegos, juegos de manos, jugar con un niño pequeño, ladrón estafador, lavarse las manos, matar al bebé, monstruo, monstruos, ordeñar, paja, pegar, pellizcar, tocar el piano, tocar el violín, el bandoneón, quitarse una..., resbalar, robar, sacarse algo, secreto, mentira, sucio, suicidio, tirar de la soga, tocar pieza de música, zamarrear.

 

A medida que se avanza en el estudio de la obra de Freud uno nota que el tema de la masturbación no puede dejarse de lado en el análisis de las neurosis y mucho menos en el de las adicciones. El significado de intento de seducción que se observa en algunos niños que se masturban frente a otra persona se continúa luego en los adictos que invitan a otra persona a entrar en el círculo de la adicción.

Otro artículo en que se refirió a la masturbación es Pegan a un niño. En este precioso estudio clínico y teórico del masoquismo se refirió a las fantasías que acompañan a la masturbación y cómo se van deformando paulatinamente.

 

En la lucha contra la masturbación durante el período de latencia se encuentra muchas veces el secreto de muchas obsesiones así como en la fobias de quedarse solo, para evitar el temor de masturbarse.

 

Finalmente en Conclusiones, ideas, problemas, unos escritos breves de 1938, al referirse a la masturbación concluye que la inhibición de la masturbación infantil daba como secuela inhibiciones intelectuales y de trabajo.

 

La inhibición de la masturbación infantil deja como secuelas inhibiciones intelectuales y del hacer, pero deberíamos agregar no sólo responde a prohibiciones externas sino también internas, de origen biológico: la masturbación infantil no llega nunca a dar la plena satisfacción, siempre deja la marca (ya sea la inhibición de llevarla a cabo o su represión por lo prohibido) de esos caracteres que luchan toda la vida por conseguir una meta que no alcanzan y luego intentan luchar por adaptarse a una realidad que les denegará el logro de esa meta, es decir, lucharán por aceptar que no pueden o deben pretender conseguir esa meta porque les deparará dolor o insatisfacción. Son los caracteres en quienes siempre faltan 5 guitas para el mango.


Esa meta no alcanzada, ese logro que nunca llega, esa forma contemporánea adulta de la ausencia de la plena satisfacción orgástica, se manifiesta por sustitutos: fáciles estallidos de carcajada o de llantos u otros equivalentes, como accesos de rabias, etc.

 

 

La lucha contra la masturbación se mostrará a través de prometerse y prometer contenerse en algún tipo de satisfacción: alcohol, dietética, cigarrillos, gastos en el supermercado, juegos solitarios en la computadora, etc. Son las promesas de portarse bien de los niños y que luego siendo díscolos no cesarán hasta lograr un castigo necesitado por parte de los padres.

 

¿Qué actitud asumir con la masturbación infantil?: es una responsabilidad suprimirla, pero es un riesgo permitir que se desarrolle sin restricciones. Para Freud es una lucha entre neurosis y cultura por un lado y salud y bajo nivel cultural por el otro.

 

La prohibición de la masturbación puede por un lado provocar una inhibición en el desarrollo de la curiosidad y un terreno fértil para posteriores neurosis e inhibiciones pero por otro lado puede incrementarla como motivo de rebeldía contra los que interfieren contra ella.

 

¿Cómo se previene la masturbación patógena y las otras adicciones?

El hecho de que un ser humano pueda empezar su vida sexual adolescente con toda su potencia y sin culpa es una cuestión del mayor interés público y social. Pero en lo que hace a este enfoque de la profilaxis debemos confesar que el ser humano está desprotegido pues la sexualidad es el primer objetivo del ataque de la cultura. Nos encontramos con una cultura que por un lado prohíbe ya desde la infancia la sexualidad expresada por la masturbación, pero esta prohibición termina atentando contra la cultura: el acúmulo de neurosis y otras patologías que deja la represión sexual nos lleva a un verdadero problema ecológico de la mente. En la medida que no haya satisfacción amorosa directa será menos el monto de pulsión de muerte neutralizable, pulsión de muerte que no se neutraliza con la sublimación y de esto da cuenta el malestar en la cultura que nos muestra que cada vez se acumula más pulsión de muerte en el psiquismo.

 

Dr. José Treszezamsky

Conferencia brindada en las Primeras Jornadas de Adicciones, Puerto Madryn, Argentina, Mayo de 2000, organizadas por el Hospital Subzonal "Dr. Andrés Isola" y la Secretaría de Promoción y desarrollo Social de la Municipalidad

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